Este mes de Julio he estado mas ocupado que lo usual durante los fines de semana, que es cuando aprovecho de preparar algún plato especial en mi cocina y luego lo comparto con Ustedes en mi blog. Así que voy a aprovechar de una experiencia que me ocurrió el primer fin de semana de este mes para utilizarla en esta entrada.
El fin de semana pasado nos fuimos a una de la zona de playas mas famosas de Costa Rica, la Provincia de Guanacaste; largos días de verano y bellas playas, son dos frases que definen a Guanacaste, es una región profunda en cultura, el nombre Guanacaste es derivado de la palabra guahnacaztlan, palabra nativa para denominar el árbol guanacaste, este es el árbol nacional de Costa Rica.
El 4 de Julio, día de la Independencia de Estados Unidos, fuimos a Playa Tamarindo. No cabe duda que Tamarindo con sus prístinas playas, agua azul clara, estupendos alrededores naturales y un clima casi perfecto esta dentro de los lugares más populares como destino vacacional en Costa Rica. Tamarindo era una antigua aldea de pescadores en la región norte de la provincia de Guanacaste en la Península Nicoya. Tamarindo es un pueblo que tiene mucho para disfrutar y más para hacer, esta comunidad multi cultural es el lugar ideal para disfrutar del sol.
La playa de Tamarindo es lo suficientemente grande para los que buscan algo de paz y tranquilidad.
Al día siguiente el 5 de Julio, día de la Independencia de Venezuela, fuimos a otra Playa también muy famosa llamada Playa Conchal; considerada como una de las playas más exóticas de la Costa Dorada de Costa Rica, la Playa Conchal esta situada en el norte de la provincia de Guanacaste en las costas del Océano Pacifico. A dos kilómetros de Playa Brasilito, esta maravillosa playa es también a escasos pasos de la famosa Playa Flamingo y de la ciudad de Tamarindo. Junto con Playa Brasilito esta playa esta separada por un promontorio rocoso conocido como Punta Conchal, el cual obtiene su nombre de la arena encontrada aquí que esta compuesta por cientos de millones de pequeñísimas conchas aglomeradas.
En Playa tamarindo nos quedamos en un hotel llamado
El Jardín del Edén es un pequeño y discreto hotel. Ubicado en una pequeña colina, 120 metros - 3 minutos - de la playa, que cuenta con una vista de toda la Bahía de Tamarindo. Este hotel es administrado directamente por los dueños, de nacionalidad francesa, tiene un total de 34 habitaciones. Ellos definen su Restaurante en la pagina web de la siguiente forma: "Nuestro Restaurante es famoso por su cocina inspirada en el estilo Mediterráneo con la mejor selección de mariscos y langostas combinadas con un toque de originalidad. Todas nuestras recetas son "fuera de lo común" y seguramente agradarán su paladar. Una cena romántica a la luz de las velas y sobre las piscinas iluminadas harán de su velada una experiencia inolvidable. Un delicioso desayuno también es servido en nuestro restaurante."
En realidad teníamos unas expectativas muy altas sobre este Hotel y en especial de su restaurante, pero en realidad no siempre lo que aparece en Internet es cierto.
Con respecto al Hotel les puedo comentar que las habitaciones son como pequeños apartamentos con entrada independiente, rodeado de frondosa vagetación ,el desayuno buffet servido en un restaurante cercano a la piscina con una bella vista de la misma, ambiente relajado, tranquilo. Para ir a la playa se pasa por un corredor con muros se cruza la calle y desde allí se accede a la playa.
La noche del viernes 4 de Julio decidimos ir a cenar al restaurante del hotel esperando disfrutar de un rato muy agradable. La experiencia desde el comienzo hasta el final fue fatal. Luego de ver el menú y la carta de vinos escogimos nuestros platos y un vino argentino para acompañar lo que esperábamos era una comida "fuera de lo común".
Desde el momento que nos llevaron la botella de vino nos sentimos que no sabíamos donde estábamos, la persona que nos atendió no sabia como descorchar la botella, tanto así que el corcho quedo vuelto pedacitos dentro del vino, evidentemente tuvieron que buscar otra botella. la cual con mejor suerte pudieron descorchar sin que quedaran los pedacitos del vino flotando en nuestras copas.
Ese comienzo ya nos estaba advirtiendo sobre lo que vendría luego mi primer plato fue una ensalada de Pulpo asado a la parrilla, el cual resulto un Pulpo sobre cocinado de un sabor a aceite quemado, probablemente recalentado en una sartén donde había restos de aceite de otras preparaciones con una ensalada enchumbada en aceite la cual el mesonero nos dijo que se les había pasado la cantidad de aceite, en realidad un plato incomible el cual devolví inmediatamente. Luego como Plato principal pedí una pasta casera con Langostinos y tomate natural, los Langostinos estaban a buen punto de cocimiento la salsa de tomate estaba bien nada especial, pero el detalle fue que como decoración me imagino encima le colocaron un pesto, el cual tenia un sabor como si tuviera varios días en la nevera. Después de esta experiencia decidmos no comer Postre, como cortesía nos ofrecieron una "Marquise au Chocolat" que estaba muy sabrosa, la cual al momento de hacer el check out nos dijeron que no nos habían cobrado el Postre cuando en realidad no fue un plato que nosotros pedimos.
Como punto de final de esta experiencia al momento de traernos la cuenta nos dimos cuenta que los precios que aparecen en el menú no son los mismos que tienen en su sistema, por lo que al final querían que firmara una cuenta que no coincide con los valores del menú y que al día siguiente lo corregirían, pensé que lo mas apropiado era no firmar y esperar que la corrigieran, al final recibí una factura hecha a mano. Por lo que creo que algunos de los comentarios de
Tripadvisor son validos, en cuanto a revisar bien la factura antes de pagar en este sitio.
Como un gesto de al final nos dieron un 20% de descuento sobre el valor de la tarifa de la habitación al momento del check out.
Salvo esta experiencia durante la cena del Viernes, en realidad disfrutamos mucho nuestro paseo a Playa Tamarindo y Playa Conchal.