Septiembre es el Mes de la Patria en Costa Rica, el 15 de setiembre se celebra el día de la independencia. Todo el mes se realizan numerosas y sonoras festividades. Se pueden ver banderas en todos los carros, casas y comercios.
Para hacer un poco de historia: en el año 1821 surgió el Estado costarricense, antes de ese año, Costa Rica como el resto de los territorios de América, era una colonia y España una metrópolis. La independencia significó para Costa Rica, tener la posibilidad de empezar a forjar una patria propia. Esto es, poseer un suelo, un espacio común que reuna y proteja a todos los habitantes sin distinción alguna. Y, si bien los antiguos pobladores de Costa Rica no tuvieron que derramar sangre para obtener la independencia, una vez que ésta fue alcanzada, se esforzaron para que la patria fuera un terreno fecundo donde florecieran la libertad y la felicidad, bajo la garantía de las leyes. La independencia representó, también, que sus habitantes comenzaran a disfrutar de SOBERANÍA, es decir, que construyeran una organización política -el Estado- que no dependiera de ningún otro poder, que tuviera capacidad de tomar decisiones de manera libre y autónoma.
Durante este mes he realizado varios platos que voy a reseñar aquí en mi blog así como algunos encuentros en mi casa con amigos de siempre, amigos que están de vuelta por esta tierra que a veces me sigue resultando extraña, amigos que viven en esta tierra que me recibió hace ya casi siete años.
En Costa Rica tierra de Paz y convivencia, siempre me suceden cosas que no dejan de asombrarme y me gustan mucho, como encontrarme en la Feria de Escazú, los sábados en la mañana, desde el Chef de uno de los restaurantes mas innovadores y originales de Costa Rica hasta la Señora que trabaja en mi casa, así como compañeros de trabajo y del gimnasio, y Amigos, todos en el mismo lugar realizando las compras, conviviendo en el mismo espacio y momento.
Esto me hace pensar en mi país donde cada vez son más las diferencias entre la gente donde no existen espacios donde todos puedan convivir. Siento nostalgia de mi país Venezuela, del cual cada vez me siento mas lejano.
Como escribió Vicente Gerbasi en su poema Mi Padre el Inmigrante:
A veces caigo en mí, como viniendo de ti,
y me recojo en una tristeza inmóvil;
como una bandera que ha olvidado el viento.
Por mis sentidos pasan ángeles del crepúsculo
y lentos me aprisionan los círculos nocturnos.
Venimos de la noche y hacia la noche vamos.
Esta foto es de un atardecer en Galicia, tierra donde nació mi padre.