mayo 06, 2009
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mayo 02, 2009
Cono de Jengibre
"The deepest principle of human nature is the craving to be appreciated" - William James
Recientemente mientras viajaba en un avión de American Airlines, en la revista American Way del mes de Abril me encontré un artículo titulado “Appreciation “ el articulo comenzaba así: "The deepest principle in human nature," said philosopher William James, "is the craving to be appreciated." (Esta frase en español podría traducirse así: "El principio más profundo del carácter humano es el anhelo de ser apreciado")
Inmediatamente cuando leí esta frase me hizo reflexionar desde dos puntos de vista, el primero en mi mismo y en mi deseo de ser reconocido o apreciado y por otra parte en la necesidad que tienen las personas de ser apreciadas.
¿Con qué frecuencia les expresamos nuestro profundo agradecimiento a las personas queridas?
Seguramente podemos recordar dar un breve "gracias", por una buena comida, o un, "gracias" a la persona que nos llena el auto con gasolina o a la persona que nos atiende en el Supermercado.
Pero ¿con qué frecuencia nos tomamos el tiempo para expresar el agradecimiento desde nuestro interior por las cualidades únicas, los regalos especiales, y por la forma de ser de nuestros personas queridas: pareja, amigos, familiares?
Si William James, esta en lo correcto, y creo que era un hombre de profundo entendimiento de la naturaleza humana, tal vez podríamos centrarnos mas en llenar el ansia de sentirse reconocidos de las personas cercanas a nosotros.
Desde que comencé este blog ha sido para mí un espacio de expresión y de compartir que ha llenado mi necesidad de estar en contacto con más gente, de causar impacto en los demás y de reconocimiento, así lo escribí en otro Bello Abril.
Este Abril como todos mis Abriles ha sido muy especial y quiero expresar mi agradecimiento y apreciación a todos mis amigos y familiares que me han acompañado en este mes de mi cumpleaños algunos desde muy lejos otros desde muy cerca.
También quiero agradecerles a Ustedes los que leen mi blog y que de distintas formas nos mantenemos en contacto, se que a veces no respondo con la rapidez que me llegan los mensajes pero siempre leo todos los comentarios y email que me envían.
Este mes no he publicado todo lo que tenía preparado, en la próxima entrada voy a publicar el menú de mi cumpleaños con las recetas.
Gracias!!!!
William James es un filósofo estadounidense con una larga y brillante carrera en la Universidad Harvard, donde fue profesor de psicología. Representó un influyente papel en la difusión del pragmatismo. Por otra parte, su pensamiento se relaciona con una doctrina que él mismo llamó empirismo radical. Produjo por un lado Principios de psicología (1890), obra monumental de psicología científica, y por otro lado Las variedades de la experiencia religiosa (1902), por la que se lo considera como el fundador de la "Psicología de la religión", culminación de una trayectoria vital apasionante. Entusiasta investigador de los procesos subliminales de la conciencia y de los fenómenos paranormales. En 1904 publicó ¿Existe la conciencia? donde pretendía demostrar que el dualismo tradicional entre sujeto y objeto era una barrera para una sólida concepción de la epistemología y había que abandonar la autoconsciencia como una entidad opuesta al mundo material. En 1907 publica Pragmatismo: un nuevo nombre para algunos antiguos modos de pensar, en donde expresa que el pragmatismo es un método para apaciguar las disputas metafísicas que de otro modo serían interminables. ¿Es el mundo uno o múltiple? ¿Libre o determinado? ¿Material o espiritual? El método pragmático, dice, en tales casos trata de interpretar cada noción, trazando sus respectivas consecuencias prácticas. ¿Qué diferencia de orden práctico supondría para cualquiera que fuera cierta tal noción en vez de su contraria? Si no puede trazarse cualquier diferencia práctica, entonces las alternativas significan prácticamente la misma cosa y toda disputa es vana. James tiene cuidado de definir el pragmatismo como método. Por tanto, su libro no conduce a ningún resultado concreto sino que es un modo de enfrentarse al mundo. Toda su trayectoria vital se ve marcada por una depresión que sufre en su juventud y de la que sale, literalmente, "obligándome a vivir". Así, centra el resto de su existencia en una dicotomía de la que le es difícil escapar, dado que por un lado, sus intentos de convertir la psicología en una ciencia natural le lleva a un incipiente determinismo, pero su idea del libre albedrío y del voluntarismo de la conciencia, idea esta rebatida posteriormente por su discípulo Musterberg, le hacen al mismo tiempo partícipe de la idea de que cualquier acto de la conciencia transformable en una conducta vitalista, de acuerdo con los principios darwinistas predominantes en la época, es válida en tanto en cuanto conduce hacia la supervivencia.